UNA VIDA DESENCAJADA!!!

Creo que me estoy cansando!!!

Dos adicciones para una sola cabeza, no será mucho? Un paralelo trastorno de personalidad al límite, no es una sumatoria de muchas destrucciones para un cuerpo ya desencajado de un estado nutricional y físico adecuado y de un estado mental ya desorbitado y colmado de todo y nada?

martes, 18 de septiembre de 2007

Anarquia Vial

¿A qué se debe que nuestro país y en particular nuestra ciudad registren niveles altísimos de accidentes de tránsito? ¿Qué está fallando? ¿Quiénes son los responsables?
Preguntas recurrentes…….Respuestas complejas.
Sin lugar a dudas este problema debe analizarse en un marco integral y lo suficientemente abarcativo.
Desde una investigación y con el fin de hallar un eje para la misma, delimite el tema en el siguiente análisis.
Parece ser que el flagelo de los accidentes de tránsito en la ciudad de Córdoba, se asienta sobre dos aristas.
Por un lado nos encontramos con la falta de cultura vial de gran parte de los cordobeses, y por otro con políticas de Estado poco efectivas que solo quedan en estrategias e integraciones, pero sin ideas claras o concretas sobre el accionar en este conflicto.
Para explicar a qué nos referimos con “falta de cultura vial” basta con recorrer las calles… transitar la vía pública. Allí convive diariamente la violación a las normas (infracciones), la irresponsabilidad, la inconsciencia y la siempre presente “viveza criolla” de peatones, pasajeros y conductores.
¿Qué está en juego entonces? Nada más ni nada menos que el VALOR DE LA VIDA.
Y no hablo simplemente de una falta de compromiso con la vida propia sino también de la falta de consideración por el otro.
¿Qué me lleva a hacer esta afirmación? Simplemente la observación de automovilistas que no respetan las sendas peatonales, que no utilizan el cinturón de seguridad, que no toman en cuenta los valores máximos de velocidad, que no tienen conciencia de los efectos del alcohol al volante, etc. Y otro tanto para los peatones cruzando en mitad de la acera, ignorando los semáforos………en fin, la omnipotencia con que nos manejamos habitualmente en las calles de nuestra ciudad.
Al respecto, la ONG Luchemos por la vida lanzó (a nivel nacional) la siguiente estadística que, cuanto menos, debería preocuparnos:
“La mayoría de los conductores de ambos sexos encuestados se consideran mejores o mucho mejores conductores que los demás (67,5%)”.
Por otra parte y haciendo referencia a la otra arista que sostiene esta mesa, nos encontramos con las falencias en las políticas estatales.
Desde la Subsecretaria de Tránsito y Educación vial de la Municipalidad, logre obtener información que reafirma mí hipótesis.
Paradójicamente, esta repartición es hoy una de las áreas que más cantidad de gente tiene trabajando. Alrededor de 500 personas son las que están en función.
Desde allí se dictan cursos de educación vial, para niños y jóvenes en las escuelas y en lugares que ellos tienen destinados. Sin embargo parecen ser demasiado poco efectivos para un problema que pide a gritos ideas concretas para atacar este flagelo.
En otra instancia me pareció importante señalar que cada provincia se reserva el derecho de legislar en el tema de la seguridad vial. Esto quedó estipulado en la Constitución de 1858. Particularmente en la provincia de Córdoba, este derecho se delega a cada comuna. En el caso de nuestra provincia existen aproximadamente 436 jurisdicciones, comunas y municipalidades. Probablemente esta heterogeneidad también contribuya al caos del tránsito al que me refiero con anterioridad.
También cave recordar, que la obtención de un Carnet de conducir en esta ciudad, es algo tan simple como un trámite, con una falta de rigurosidad importantes, que se puede ver simplemente en el examen escrito que se rinde, que desde el 2001 nunca se revisó, ni modificó.
Lo realmente paradójico respecto al flagelo accidente de tránsitos, es que los políticos y funcionarios públicos, no escatiman en la realización de proyectos fantasmas, o promesas vanas. En el 2005, más precisamente el día 23 de septiembre el intendente de la ciudad, Luis Juez, junto a su cúpula presentó en el Auditorio de la Municipalidad un proyecto que se llama PEPAT (Plan Estratégico de Prevención de Accidentes de Tránsito) destinado a reducir la cantidad de muertos y heridos en accidentes de tránsito. Tuve la oportunidad de estar presente en el Auditorio y la sensación que dejo dicha presentación fue de una gran desilusión, porque el proyecto no presentaba actividades ni ideas concretas ni a corto, ni a largo plazo. Solo se planteaba un plan integral para aunar fuerzas y comenzar luego a plantear posibles soluciones. Sin embargo el tiempo pasó, estamos a 2007, pasaron dos años de aquella presentación y el PEPAT, continua siendo un fantasma, que nunca trascendió el Auditorio de la Municipalidad.
Retomando la hipótesis planteada, de las dos aristas de este problema que plantea la inseguridad vial, puedo concluir en dos aspectos: es necesaria, la educación vial para un manejo más prudente y responsable del ciudadano y conductor en las calles y una responsabilidad de políticos y funcionario en un trabajo mancomunadamente con todos los sectores de la comunidad.

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