UNA VIDA DESENCAJADA!!!

Creo que me estoy cansando!!!

Dos adicciones para una sola cabeza, no será mucho? Un paralelo trastorno de personalidad al límite, no es una sumatoria de muchas destrucciones para un cuerpo ya desencajado de un estado nutricional y físico adecuado y de un estado mental ya desorbitado y colmado de todo y nada?

jueves, 12 de julio de 2012

Un corazón Argentino desolado!!!!


Cuenta la leyenda que un 12 de julio de 1923, llego al mundo un niño, que vivió una infancia común a la de cualquier niño argentino, feliz, sana, llena de afectos y bien enfocada, los que promulgo a que este infante salga fuerte para todo, para enfrentar cada etapa de su vida.
Entendió con el correr de los años que para abrir nuevos caminos, hay que inventar; experimentar; crecer, correr riesgos, romper las reglas, equivocarse... Y volver a empezar.
Bien enfocado, con la madurez exacta y por sobre todas las cosas, con la luminosidad de un mente brillante, como pocos son capaces de desarrollar, comenzó su carrera profesional.
En realidad, era un joven que  llego a un alto nivel de madurez, salud y autosatisfacción, tenia tanto que enseñarnos que, a veces, casi parece que pertenecía a una especia diferente de seres humanos.
Los iluminados por siglos fueron pocos y acá en Argentina, tuvimos la suerte y sin embargo a la misma vez la no videncia, de quien era un destello de conocimiento cardiovascular, de marca registrada Argentina.
No solo se recibió de medico y especialista en cardiología, sino que también alcanzo el posgrado en ser humano, con las mejores calificaciones.
Su filosofía de vida, apuntaba primero al ser humano, luego a la profesión y a la vez, lograba la conjunción de ambas variables, que fue el paralelismo justo para lograr resultados sorprendentes.
Siempre con su guardapolvo blanco, su cara de resignación, sus acciones siempre correctas, puntuales, colmadas de una cascada de sabiduría, tanto en lo profesional, como en lo humano, recorría su fundación, visitando a cada uno de sus pacientes porque para él, antes que la medicina y la aparatologías, estaba la relación humana, la cordialidad, el compromiso y sobre todo la lealtad con la que asumía cada caso en particular.
Sin embargo una vez mas la situación económica y política de nuestra, a veces repudiada, como en esta oportunidad, Argentina, no supo contener, cobijar y darle un lugar a la persona más comprometida con la sociedad Argentina, de su medicina tan particular y su trato tan humilde.
Mendigo por las Instituciones burocráticas todas. Golpe puerta, tras puerta, que se le puso en frente, con el respeto que lo caracterizaba, exponiendo sus argumentos que tenia impregnados en la piel y le desbordaban irónicamente su corazón.
La vergüenza colmaba su cara, tan solo por pedir lo que realmente merecía para poder continuar con su desarrollo profesional y humano. Pero a pesar de su vergüenza, de su talento, de su necesidad real, todas las puertas se le cerraron.
Con un dolor inmerso que embargo su corazón, él quien siempre alivio las dolencias del mismo, no pudo con el suyo, se le desbordo, se le resigno.
No hubo transplante q lo salvara, no funciono bypass para tanta angustia, tampoco un cambio de bomba pudo regenerarle toda la sangre, para dar vuelta la pagina y volver a empezar.
Particularmente desde mi persona, como no admirarlo, si tres veces le salvo la vida a una de las personas más importantes, para mí, con sus manos, con sus conocimientos y su dedicación.
Pero la cuarta vez, los logros no fueron los mismos, sin embargo el con su humildad, con dolor en sus ojos, buscando las palabras mas humanas y menos dolorosa, salio de su quirófano, miro a un familiar mío y dijo: “Hicimos todo lo profesionalmente, aparatologicamente y humanamente posible, pero la última palabra y decisión  la tiene Dios.
Horas más tardes con la cara desolada, y los ojos llenos de lágrimas, comunico que esta persona había fallecido y pidió disculpas. Si!!!!..... la eminencia en cardiología pidiendo disculpas a mi familia, porque se le había ido una vida.
Un día de repente, con resignación, con desilusión y desesperanzado de alguna respuesta de quienes se decían los que gobernaban y cuidaban nuestra sociedad. Una respuesta favorable para que pueda afrontar la gran deuda económica que tenía su fundación. El gran cirujano en un acto que no se puede definir de valentía o cobardía.
Como una paradoja, como una ironía, como una contradicción lógica o una situación que infligió el sentido común, Rene Favaloro, se quito la vida de un disparo justo al corazón, por el que tanto estudio, investigo y se especializo.
Pero toda la humanidad  sabe que este fue profesional, murió con la dignidad de un hombre comprometido con el mundo, con la sociedad, en fin con cada ser humano.

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